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El final del verano siempre es un momento complicado tanto para adultos como para niños, por lo que es importante tratar de regresar a la rutina de la forma menos estresante posible. En ese sentido, te ofrecemos unos cuantos consejos que te ayudarán a ti y a tu hijo en el regreso vacacional

Muchas veces el regreso a la rutina y al colegio puede ser una ardua tarea. Pese a ello, es importante tener en cuenta que el objetivo es aterrizar en el periodo postvacacional con el menor grado de estrés posible. De ese modo, tanto los más pequeños de la casa como los no tan pequeños podrán sobrellevar esta vuelta a la normalidad de la mejor manera posible. De hecho, es vital que los padres tienen que evitar transmitir ansiedad a sus hijos para que éstos no vean la vuelta al colegio como algo negativo. Por esa razón, te damos unas pautas para que el hecho de afrontar la vuelta de vacaciones de la mejor forma posible.

Readaptación antes del inicio

Una semana o varios días antes de regresar al colegio es interesante ir readaptando horarios: Levantarse un poco más temprano cada día, empezar a comer en los horarios en los que se va a comer cuando empiecen las clases y marcar las horas de las actividades extraescolares. De este modo, el cambio no será tan duro para ellos ya que se evita un vuelco brusco en todos los sentidos.

Una comunicación fluida

Si bien es primordial conseguir que la vuelta al colegio sea algo positivo para los niños, es aún más importante el hecho de hablar con ellos para ir viendo cómo lo llevan. Asimismo, se pueden conocer sus preocupaciones, su manera de pensar y, poco a poco, se va concienciando al niño de que llega un cambio.

Seguridad y confianza ante los profesores

En todo momento, los padres tienen que transmitir mucha seguridad y confianza plena en los profesores. Esto ayudará al niño a relajarse y entrarán con más tranquilidad a la rutina. En ese sentido, puede suceder en ocasiones que, si el padre o la madre se muestra ansioso, puede transmitirle esa ansiedad al niño y será mucho más complicada su adaptación al profesor que le haya tocado.

No demorarse en las despedidas

Sobre todo para los niños y niñas que empiezan en infantil es complicado empezar en un sitio nuevo. Por esa razón, es importante que las despedidas sean rápidas, optimistas y cariñosas durante los primeros días. Aunque el niño o la niña llore hay que tomarlo con normalidad porque es lo más común en los primeros días. Hay que normalizar la situación todo lo que se pueda.

Aportar cierta autonomía

Con niños y niñas más grandes es clave el ir inculcando cierta autonomía a la hora de llevar las cosas de clase. Hay que dejar que sean independientes a la hora de ir al colegio porque eso los ayudará en sus actividades diarias.

Estar pendientes de todo lo que sucede en el colegio

Para que esos primeros días sean buenos y el resto del curso también hay que estar involucrados al máximo. Hay que hablar con los niños, preguntarles por el día, mostrar atención e interés, ayudándoles si fuera necesario. Todo eso hará que la adaptación sea más rápida y sencilla a la rutina. Además, hay que valorar el esfuerzo diario que hacen y hacerles entender nuestra felicidad cuando las cosas les salen bien. Es primordial que los niños sientan el apoyo y el orgullo de los padres en las situaciones relacionadas con el colegio. Eso sumará muchos puntos para que todo vaya en orden al principio y al final del curso.

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