Skip to main content

Tanto padres primerizos como más expertos suelen tener este tipo de dudas cuando tienen la responsabilidad de tener un niño o niña recién nacido

La llegada de un niño o una niña al mundo es siempre una bendición. Con esa alegría que aterriza en la vida de muchos padres llegan también una serie de dudas que suelen ser importantes tener resueltas cuanto antes, sobre todo, si se trata de padres primerizos. En ese sentido, una de las preguntas más comunes que suelen hacer los padres es la de: ¿Cada cuánto tiene que comer mi hijo o hija recién nacido? Sin embargo, también es una de las cuestiones más fáciles de responder dado que, normalmente, los bebés tienen que alimentarse cada vez que muestren hambre dado que es la forma más sencilla de tenerlo claro.

¿Cómo sé que un bebe tiene hambre?

Lo normal para concretar que un recién nacido tiene ganas de comer es verlo llorar. Pese a ello, existen varias maneras de adelantarse a ese estímulo dado que es, en cierto sentido, la última manera de exponer apetito por parte de los bebés. De hecho, una serie de señales que nos ayudarán a prevenir el hambre y el llanto de forma rápida, sin necesidad de alcanzar ese extremo.

Algunas de esas señales son:

  1. Abrir la boca
  2. Poner su mano en la boca de forma reiterada
  3. Mover la cabeza, la boca o la mandíbula en busca del pecho
  4. Irritabilidad
  5. Succionar todo lo que encuentra
  6. Relamerse los labios
  7. Sacar la lengua

Pese a todo ello, es importante tener en cuenta que cuando un bebé llora o se lleva algo a la boca para succionar no significa que tenga hambre. En muchas ocasiones, succionan para buscar un poco de confort, por lo que hay que estar pendiente al resto de señales. Por otro lado, si el bebé llora hay que ver si tiene otra serie de necesidades antes de pensar que lo que tiene es hambre.

Periodicidad de las comidas de los bebés

Más allá de las propias señales que pueda ofrecer un recién nacido a la hora de tener hambre también hay que tener en cuenta los horarios de comidas.

Un bebé recién nacido come cada 2 ó 3 horas, o entre 8 y 12 veces cada 24 horas hasta que cumple los 2 meses. A partir de ahí, de los 2 meses de edad a los 6 deben alimentarse cada 3 ó 4 horas, aunque sí hay que cambiar la cantidad de ingesta en ese periodo. Finalmente, a partir de los 6 meses los bebés deberán comer cada 4 ó 5 horas, momento en el que deben comenzar con las primeras ingestas de alimentos sólidos tal como recomiendan todos los pediatras.